¿por qué aumenta constantemente la demanda de materiales? En el mundo actual, la población aumenta día a día y el desarrollo científico y tecnológico se incrementa continuamente. Consecuentemente, las personas experimentan nuevas necesidades requieren otros productos tecnológicos para cuya elaboración hacen falta una mayor cantidad de materiales y de energía.
Los materiales son necesarios para el desarrollo de las diferentes actividades humanas: comer, vestirse, construir viviendas, trabajar, comunicarse, trasladarse, registrar la información, fabricar máquinas y herramientas, etcétera.
La energía es necesaria para el transporte, la iluminación, la calefacción, la transformación de los materiales, el funcionamiento de las máquinas, la elaboración de diversos productos tecnológicos, etcétera.
En la Naturaleza se encuentran materiales que se requieren para satisfacer nuestras demandas, denominados recursos naturales, tales como la madera, los minerales, el agua, el aire, los vegetales (verduras, frutas, cereales, etcétera) y los animales. Entre los materiales más utilizados en la actualidad podemos mencionar:
- Combustibles fósiles (petróleo, gas natural, carbón).
- Metales (hierro, aluminio, cobre, titanio, estaño, plomo etcétera).
- Bosques (madera, pulpa de madera, caucho, resinas, etcétera).
- Animales (carne, cuero, leche, plumas, etcétera).
- Agua de mares, ríos, lagos, lagunas, etcétera.
- Suelos, utilizados para la agricultura y la ganadería.
Entre los recursos naturales, hay algunos, como por ejemplo, los seres vivos (bosques, cereales, verduras, ganado bovino, peces, etcétera) que luego de ser extraídos tienen la capacidad para renovarse y por lo cual se denominan recursos renovables.
En cambio, existen otros, tales como el petróleo, el carbón, gas natural, etcétera, que no pueden ser renovados o que requieren miles o millones de años para ello y por eso se llaman recursos no renovables.
En el caso de los recursos renovables, si bien se pueden recuperar en un cierto tiempo, su utilización irracional puede llevarlos a una pronta desaparición. Esto es lo que sucede con el sobrepastoreo que produce la erosión de los suelos y la pérdida de su capa fértil, la tala indiscriminada y a mayor velocidad que la capacidad de crecimiento de los árboles, el monocultivo que ocasiona la pérdida de fertilidad del suelo, la utilización de los ríos como receptáculo de los desechos cloacales que provocan la muerte de los peces y alteraciones en las comunidades acuáticas, etcétera.
En cuanto a los recursos no renovables, es fácil advertir que su utilización intensiva provoca una disminución de las reservas y su rápido agotamiento. El incremento de las actividades industriales genera una creciente demanda de energía. Esto lleva al agotamiento de las fuentes de energía no renovables, tales como carbón mineral, petróleo y gas natural, que son las más utilizadas en la actualidad y que, además, tienen una importante incidencia en la contaminación ambiental. Por esta causa, se realizan diversos esfuerzos destinados al aprovechamiento de otras formas de energías no contaminantes y renovables como, por ejemplo, las energías solar, eólica, geotérmica y mareomotriz.
Ante esta realidad, la química aporta diversas soluciones a los problemas que se plantean, efectuando tareas de investigación y desarrollo en universidades e industrias. Estas tareas están destinadas a la obtención de nuevos materiales adecuados a los usos para los que se los requiere, el aprovechamiento de nuevas fuentes de energía, la fabricación de fertilizantes y agroquímicos que contribuyan al incremento de la producción vegetal, el desarrollo de nuevos medicamentos para el tratamiento de las enfermedades, la purificación del agua potable, el tratamiento de los desechos cloacales para evitar que contaminen las aguas donde se vierten, la producción de plásticos a partir del petróleo, etcétera.